Penumbra de plata: eclipse de Luna la noche del 4 al 5 de julio
Este año tampoco ha sido muy bueno en materia de eventos astronómicos espectaculares y taquilleros, como, por ejemplo, los eclipses. El pasado 21 de junio sucedió un eclipse anular de Sol, pero no fue observable desde México. El 14 de diciembre habrá un eclipse total de Sol, pero sólo será visible en Sudamérica. En el primer semestre de año ya han pasado dos eclipses penumbrales que tampoco han sido visibles desde nuestro territorio. Sin embargo, este fin de semana, con un poco de fortuna, podremos observar un eclipse penumbral de Luna.
Me gustan los eclipses de Luna, en particular los totales, ya que me parece es de las pocas veces que podemos apreciar a nuestro satélite como una gran esfera roja, flotando en el cielo nocturno. Los parciales son menos atractivos, quizá porque a lo largo de cada mes podemos ver diferentes fracciones de la cara iluminada de la Luna debido a sus fases, aunque al igual que los penumbrales, a veces más difíciles de apreciar, todos los eclipse me parecen un buen pretexto para voltear a mirar al cielo.
Tenemos bien claro que el Sol y la Luna dominan el cielo. Los eclipses son conocidos y calculados desde la Antigüedad. Recordemos que la Tierra se mueve alrededor del Sol y que la Luna también lo hace alrededor de la Tierra. Cuando alguno de ellos desparecía (el término eclipse viene del griego que significa faltar o desaparecer) o cambiaba de aspecto de manera evidente, debía sorprender a todos. Por esta razón, han sido de gran impacto para la humanidad a lo largo de su historia, generando temor y muchos mitos. Los astrónomos chinos, por ejemplo, escribieron sobre un eclipse que sucedió hace más de 4 mil años.
Hay eclipses de Sol y de Luna. Un eclipse de Sol se produce cuando la Luna se interpone entre el Sol y la Tierra, y su sombra se proyecta sobre ésta, observándose, en pleno día, que la Luna oculta a nuestra estrella, ya sea un poco o totalmente. Los eclipses de Sol pueden ser parciales, anulares o totales, auqnue existe un eclipse poco común, llamado eclipse híbrido, ya que en partes de la trayectoria es anular y en otras es total.
Los eclipses de Luna suceden cuando la Tierra se encuentra entre la Luna y el Sol y se alínean: Luna-Tierra-Sol. Un eclipse de Luna puden ser total, parcial o penumbral.
En la siguiente figura podemos apreciar las dos componentes, en forma de cono, de la sombra de la Tierra: la penumbra, la zona donde la Tierra bloquea parte, pero no toda, la luz del Sol, y la umbra, donde toda la luz solar es bloqueda.
Durante un eclipse total de Luna, ésta pasa a través de la umbra y los rayos solares no llegan a su superficie visible. Durante un eclipse parcial, una parte de la Luna pasa por la umbra y durante un eclipse penumbral la Luna pasa a través de la penumbra.
Los eclipses solares son muy cortos, sólo duran unos pocos minutos máximo, y se observan en una franja muy angosta sobre la superficie de la Tierra, en cambio, los eclipses de Luna se observan desde cualquier parte del lado nocturno terrestre y tienen una duración mayor, de varias horas.
Este fin de semana ocurrirá un eclipse penumbral de Luna. Iniciará el sábado 4 de julio a las 22:07h (P1 en la gráfica), tendrá su máximo a las 23:29h y terminará a las 00:52 (P4 en la gráfica) del domingo 5 de julio. En total durará 2 horas y 45 minutos. En la siguiente gráfica podrán apreciar que la Luna pasará por la parte sur de la penumbra de la Tierra.
Si quieren conocer las circunstancias de los eclipses de Sol y Luna que ocurrirán en su localidad en los próximos años, les recomendamos que consulten las siguientes páginas web: NASA Eclipse Web Site (http://eclipse.gsfc.nasa.gov/eclipse.html) y Time and Date (http://www.timeanddate.com/eclipse/).